El mundo del tenis se ha visto conmocionado tras las impactantes declaraciones de Grigor Dimitrov sobre el supuesto comportamiento antideportivo de Novak Djokovic durante su acalorado choque de semifinales del Abierto de Miami 2025. Según Dimitrov, Djokovic empleó tácticas cuestionables que finalmente aseguraron su victoria y frustraron las esperanzas del búlgaro de llegar a la final.
En la rueda de prensa posterior al partido, Dimitrov no se contuvo. «Novak jugó sucio», declaró. «Siempre lo he respetado como competidor, pero lo que ocurrió en esa cancha fue una violación del fair play».
Aunque Dimitrov no detalló cada incidente, fuentes cercanas al partido sugieren que la controversia gira en torno al uso de tiempos médicos prolongados por parte de Djokovic y supuestos retrasos estratégicos que afectaron el ritmo de Dimitrov. Algunos espectadores también afirmaron que el comportamiento de Djokovic en la cancha rozaba la deportividad, forzando los límites de la deportividad para ganar ventaja mental.
Aficionados y analistas no han tardado en opinar, algunos defendiendo a Djokovic como un maestro de la guerra psicológica, mientras que otros creen que las frustraciones de Dimitrov ponen de manifiesto un problema más amplio en el deporte. “El tenis siempre se ha basado en la fuerza mental”, declaró el exjugador y comentarista John McEnroe. “Pero si hay manipulación deliberada de las reglas, esa es otra historia”.
Djokovic, por su parte, ha desestimado las acusaciones, calificándolas de “infundadas” e insistiendo en que jugó dentro del reglamento. “Tengo un inmenso respeto por Grigor, pero estoy muy emocionado tras una dura derrota”, declaró a la prensa. “Cumplí el reglamento y estoy concentrado en la final”.
La controversia ha generado acalorados debates en el mundo del tenis, con redes sociales que se preguntan si las tácticas de Djokovic se pasaron de la raya. Etiquetas como #DjokovicCheating y #FairPlayTennis han sido tendencia, mostrando la división entre los aficionados al respecto.
Mientras Djokovic se prepara para la final del Abierto de Miami, todas las miradas estarán puestas en él, no solo por su actuación, sino por cómo responde al creciente escrutinio en torno a sus acciones. Mientras tanto, las revelaciones de Dimitrov no han hecho más que avivar el debate sobre los límites del juego limpio en el tenis profesional.