La guerra entre titanes ha estallado en Hollywood con una intensidad que nadie esperaba. Lo que comenzó como un comentario mordaz de Elon Musk sobre excluir a Robert De Niro de las nominaciones al Oscar 2025 ha escalado rápidamente a un enfrentamiento legal de proporciones épicas. El magnate tecnológico y CEO de Tesla y SpaceX no se ha quedado de brazos cruzados ante la demanda presentada por el legendario actor, quien exigió una suma exorbitante tras sentirse agraviado por las palabras de Musk. En un giro inesperado, Musk ha decidido contraatacar con una contrademanda millonaria, acusando a De Niro de difamación y desatando un torbellino de especulaciones en la industria del entretenimiento.

Todo comenzó hace unas semanas, cuando Musk, conocido por sus declaraciones polémicas en redes sociales, lanzó un comentario en X sugiriendo que De Niro debería ser “excluido” de las nominaciones al Oscar debido a lo que calificó como “interpretaciones predecibles” y una carrera que “ya había pasado su mejor momento”. El comentario, aunque mordaz, parecía ser una más de las provocaciones habituales del empresario. Sin embargo, De Niro no lo tomó a la ligera. El actor, ganador de dos premios de la Academia y una figura icónica del cine, respondió con una declaración pública en la que llamó a Musk “un arrogante sin respeto por el arte” y prometió tomar medidas legales para defender su legado.
La demanda de De Niro llegó poco después, presentada ante un tribunal de California. En ella, el actor alegaba que las palabras de Musk no solo dañaron su reputación, sino que también podrían influir negativamente en las decisiones de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, afectando sus posibilidades de ser nominado por su última película, un drama aclamado por la crítica que se estrenó a finales de 2024. La suma exigida por De Niro no se ha hecho pública oficialmente, pero fuentes cercanas al caso hablan de una cifra que supera los 50 millones de dólares, una cantidad que refleja tanto el supuesto daño emocional como el impacto económico en su carrera.

Pero Musk, fiel a su estilo combativo, no ha retrocedido. En lugar de disculparse o buscar un acuerdo, el empresario presentó una contrademanda esta semana, elevando aún más la temperatura del conflicto. En su defensa, Musk argumenta que sus comentarios estaban protegidos por la libertad de expresión y que fue De Niro quien cruzó la línea al atacarlo públicamente y acusarlo de intentar sabotear su carrera. La contrademanda, que según reportes asciende a una suma aún mayor que la exigida por De Niro, acusa al actor de difamación y busca una compensación por el daño a la imagen pública de Musk, quien asegura que su intención nunca fue interferir con los Oscars, sino simplemente expresar una opinión personal.
El enfrentamiento ha dividido a Hollywood y a las redes sociales. Por un lado, hay quienes apoyan a De Niro, viéndolo como una víctima de la arrogancia de Musk y un defensor del arte frente a la intrusión de magnates tecnológicos en la industria del cine. Actores como Martin Scorsese y Al Pacino han salido en defensa de su colega, criticando a Musk por lo que consideran un ataque injustificado. Por otro lado, los seguidores de Musk, especialmente en X, celebran su actitud desafiante y lo ven como un outsider que no teme enfrentarse a las élites de Hollywood. Algunos incluso han comenzado a boicotear las películas de De Niro, mientras que otros piden que la Academia ignore la controversia y evalúe a los nominados únicamente por su mérito.
La batalla legal promete ser larga y costosa. Expertos en derecho del entretenimiento sugieren que el caso podría establecer un precedente sobre los límites de la libertad de expresión en la era digital, especialmente cuando figuras públicas de la talla de Musk y De Niro están involucradas. Mientras tanto, la Academia aún no ha emitido un comunicado oficial, pero rumores indican que algunos miembros están considerando cómo este escándalo podría afectar las nominaciones de 2025, previstas para anunciarse en enero.
En el ojo del huracán, ambos protagonistas mantienen su postura. De Niro ha dicho que no descansará hasta que Musk “pague por su insolencia”, mientras que el empresario ha tuiteado que “la verdad siempre sale a la luz” y que está preparado para llevar el caso hasta las últimas consecuencias. Lo que está claro es que este enfrentamiento no solo es una disputa personal, sino un choque de mundos: el del cine tradicional contra el poder disruptivo de la tecnología. Hollywood contiene el aliento mientras espera el próximo capítulo de esta saga que, sin duda, seguirá dando de qué hablar.