En un sorprendente giro de los acontecimientos, la sensación del boxeo australiano Jai Opetaia logró una espectacular victoria por nocaut sobre Oleksandr Usyk , conmocionando a la comunidad del boxeo y poniendo fin al reinado de uno de los más grandes campeones de este deporte.
Al subir al ring como el menos favorecido, Opetaia se enfrentó a un desafío monumental contra Usyk, el actual campeón de los pesos pesados, conocido por su maestría técnica, juego de pies y resiliencia. Sin embargo, desde la campana inicial, el australiano demostró una confianza excepcional, utilizando su potencia y velocidad para mantener a Usyk a la defensiva.
La pelea estuvo marcada por intensos intercambios, con Usyk intentando imponer su movimiento y precisión característicos. Pero la presión implacable de Opetaia y sus golpes devastadores gradualmente le pasaron factura. Conforme avanzaban los asaltos, el público presenció un momento histórico: un Usyk inquebrantable, que había superado todos los desafíos que se le presentaban, finalmente se derrumbó bajo la fuerza del ataque de Opetaia.
En el asalto decisivo, Opetaia desató una combinación feroz que envió a Usyk a la lona. El conteo del árbitro confirmó lo que muchos creían imposible: ¡ Oleksandr Usyk fue derrotado por nocaut! El silencio atónito en la arena dio paso rápidamente a una celebración estruendosa cuando Opetaia alzó las manos en señal de triunfo, consolidando su lugar en la historia del boxeo.
Esta victoria marca un punto de inflexión en la división de peso pesado. Opetaia, quien ya había causado sensación en la categoría de peso crucero, ahora ha demostrado ser una potencia a tener en cuenta al más alto nivel. Mientras tanto, se ciernen dudas sobre el futuro de Usyk: ¿buscará redención en una revancha o será esta pelea el principio del fin para uno de los campeones más condecorados del boxeo?