La primera clasificación de Lewis Hamilton con Ferrari en el Gran Premio de Australia 2025 dejó un sabor agridulce tanto para el piloto británico como para los aficionados de la Scuderia. El siete veces campeón del mundo, quien llegó a Maranello con grandes expectativas tras 12 años con Mercedes, terminó en la octava posición, un resultado que, aunque no desastroso, estuvo lejos de lo que muchos esperaban de un piloto de su calibre y de un equipo tan icónico como Ferrari. Tras la sesión de clasificación del sábado 15 de marzo de 2025 en Melbourne, Hamilton expresó su frustración con el rendimiento del SF-25, señalando específicamente problemas relacionados con la velocidad del monoplaza y las decisiones estratégicas del equipo, mientras que también reconoció los desafíos de adaptarse a un coche completamente diferente al que había conducido durante más de una década.

Durante la clasificación, Ferrari mostró un rendimiento competitivo en la Q1, con Charles Leclerc y Hamilton posicionándose de manera sólida entre los primeros lugares. Sin embargo, a medida que avanzaba la sesión, el equipo no logró mantener el ritmo de mejora que sí alcanzaron otros competidores, como los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri, quienes finalmente se hicieron con las dos primeras posiciones de la parrilla. Norris, en particular, recortó casi un segundo respecto a su tiempo inicial, asegurando la pole position con una ventaja significativa. Mientras tanto, Leclerc y Hamilton solo mejoraron sus tiempos en una o dos décimas por mini-sesión, lo que los dejó rezagados frente a rivales inesperados como Yuki Tsunoda de Racing Bulls y Alexander Albon de Williams, quienes terminaron por delante de los dos Ferrari.
Hamilton, visiblemente decepcionado tras bajarse del coche, habló con la prensa y señaló que el equipo había cometido errores clave que afectaron su rendimiento. “Estábamos sobrecalentando demasiado los neumáticos, y creo que con la caída de la temperatura de la pista, deberíamos haber adaptado nuestro enfoque”, explicó. “No lo hicimos, simplemente seguimos con la misma preparación en cada sesión. Creo que deberíamos ser más dinámicos”. El británico destacó que el Ferrari SF-25 se comporta de manera muy diferente al Mercedes que pilotó durante tantos años, lo que le ha llevado más tiempo del esperado para sentirse completamente cómodo. “Estuve muy por detrás en varias áreas, ya que el coche se maneja de forma muy distinta. Me tomó mucho tiempo acostumbrarme y empezar a sentirme seguro con él”, admitió.

A pesar de su frustración, Hamilton trató de mantener un tono optimista, reconociendo que el hecho de estar a solo dos décimas de su compañero de equipo, Charles Leclerc, en su primera clasificación con Ferrari, era un punto positivo. “Al final me acerqué mucho más a Charles, y eso es bueno”, señaló, refiriéndose al hecho de que Leclerc, quien ya tiene experiencia con el equipo, mostró una mayor confianza desde el principio. Leclerc, por su parte, también expresó ciertas preocupaciones sobre el equilibrio del monoplaza, afirmando que “todavía no estoy muy contento con el equilibrio”, aunque destacó que el SF-25 había mejorado en comparación con las pruebas de pretemporada en Bahréin.
El rendimiento de Ferrari en la clasificación generó críticas entre los aficionados, especialmente después de las expectativas generadas por la llegada de Hamilton. Algunos señalaron que el equipo no había sabido aprovechar las condiciones cambiantes de la pista en Melbourne, un día caluroso que requería ajustes más precisos en la configuración del coche. Según información recopilada, Ferrari había realizado un cambio global en los reglajes entre el viernes y el sábado, intentando optimizar el comportamiento del monoplaza en ciertos puntos problemáticos. Sin embargo, este ajuste resultó contraproducente: mientras que Hamilton experimentó una ligera mejora, Leclerc perdió confianza en el coche, y ambos terminaron superados por rivales que no estaban en el radar como principales contendientes.
El contexto de esta clasificación también pone de relieve los desafíos técnicos a los que se enfrenta Ferrari esta temporada. El equipo introdujo una nueva geometría en la suspensión delantera, pasando de un sistema push-rod a un pull-rod, lo que reduce el centro de gravedad del coche, una ventaja en los monoplazas actuales de efecto suelo. Sin embargo, este cambio requiere tiempo para que los ingenieros y pilotos encuentren los reglajes óptimos para cada circuito y condición, algo que claramente aún no han dominado. Hamilton, quien históricamente ha sabido lidiar con coches que presentan movimientos traseros complicados, señaló que este aspecto del SF-25 le resultaba particularmente desafiante. “El coche se sentía muy diferente a lo que había experimentado aquí antes”, dijo, refiriéndose a su experiencia previa en Albert Park con Mercedes.
A pesar del resultado decepcionante, el director del equipo, Fred Vasseur, se mostró tranquilo respecto al rendimiento de Hamilton. “El objetivo no es estar al límite desde la primera sesión, sino presentarle a todos los miembros del equipo y descubrir los mecanismos”, afirmó Vasseur. “Es solo un proceso de aprendizaje. No estoy preocupado en absoluto y no podemos sacar conclusiones de la primera sesión”. El jefe de Ferrari subrayó que no tiene dudas de que Hamilton encontrará la velocidad necesaria con el tiempo, pero este comentario no ha calmado las críticas de algunos sectores que esperaban un debut más competitivo del británico.
Para Hamilton, esta clasificación fue un recordatorio de la magnitud del desafío que representa su transición a Ferrari. Después de dominar la Fórmula 1 con Mercedes durante más de una década, el piloto británico se enfrenta a una nueva cultura, procesos y relaciones dentro del equipo italiano. “Cuando tienes un problema en el monoplaza, normalmente con la experiencia puedes decir ‘vale, este es el camino que quiero tomar’, pero ahora no sé qué herramientas usar”, confesó. Además, anticipó que la carrera del domingo sería aún más complicada, especialmente por las altas probabilidades de lluvia. “Nunca he pilotado este coche en lluvia, ni siquiera conozco los reglajes para esas condiciones, así que será otra curva de aprendizaje para mí”, admitió.
El debut de Hamilton con Ferrari en la clasificación del Gran Premio de Australia dejó más preguntas que respuestas. Si bien mostró destellos de competitividad al acercarse a Leclerc, su frustración con la velocidad del SF-25 y las decisiones del equipo refleja las dificultades de adaptación que enfrenta. Para los tifosi, que soñaban con verlo pelear por la pole en su primera carrera con el equipo rojo, el resultado fue un balde de agua fría. Sin embargo, tanto Hamilton como Ferrari saben que este es solo el comienzo de un largo camino. Con 24 carreras por delante en la temporada 2025, el británico tiene tiempo para ajustar su estilo de conducción y trabajar con el equipo para desbloquear el verdadero potencial del SF-25. La pregunta ahora es cuánto tiempo tomará ese proceso y si Ferrari podrá mantenerse en la lucha contra equipos como McLaren y Red Bull, que parecen haber comenzado el año un paso por delante.