El 1 de marzo de 2025, la campeona olímpica Brittney Griner tomó los titulares al abrir sobre sus difíciles experiencias jugando en la Universidad de Baylor bajo su ex entrenador, Kim Mulkey. En una declaración reciente, Griner no se detuvo, diciendo: “Estoy bien, soy el campeón olímpico, pero he sufrido todos los días”.
La estrella del baloncesto no rehuyó llamar a Mulkey, quien la entrenó durante su tiempo en Baylor. Griner compartió que las palabras y acciones de Mulkey la lastimaron profundamente. “Ella me insultó mucho”, dijo Griner, y agregó que esos recuerdos dolorosos aún se quedan con ella incluso ahora.
Griner fue aún más lejos con una afirmación audaz: si Kim Mulkey no es despedida, está lista para abandonar Estados Unidos y competir por otro país en eventos internacionales. Esto muestra cuán grave es la grieta entre ellos y cuán fuertemente se siente Griner acerca de querer un cambio.
Sus comentarios rápidamente hicieron que la gente hablara, especialmente porque Griner es un gran nombre en los deportes estadounidenses y una figura clave en la comunidad LGBTQ+. Su historia arroja luz sobre las luchas que enfrentan los atletas gay en los deportes y plantea grandes preguntas sobre cómo los entrenadores deben tratar y apoyar a sus jugadores.
Hasta ahora, Mulkey no ha dicho nada oficial sobre estas acusaciones. Mientras tanto, los fanáticos y los medios de comunicación están observando de cerca para ver si Griner realmente seguirá su amenaza de abandonar los Estados Unidos, y si la Universidad de Baylor intervendrá para abordar la situación.