Helmut Marko, el influyente asesor de Red Bull Racing, ha desatado una nueva polémica en el mundo de la Fórmula 1 al arremeter contra la Federación Internacional del Automóvil (FIA) por lo que calificó como una decisión “loca” destinada a “cortar las alas” de Max Verstappen, el actual campeón mundial. Las declaraciones del veterano austriaco, conocidas por su tono directo y sin filtros, han avivado el fuego de un debate que lleva semanas creciendo en torno al trato que recibe Verstappen por parte de las autoridades de la F1. Con el título de 2025 aún en juego, las palabras de Marko han puesto bajo el reflector las tensiones entre Red Bull y el organismo rector del deporte.

El incidente que desató la furia de Marko ocurrió durante una carrera reciente, cuando Verstappen recibió una sanción que muchos dentro del equipo consideraron desproporcionada. Según los detalles disponibles, el piloto neerlandés fue penalizado por una maniobra en la pista que la FIA juzgó como peligrosa, una decisión que le costó valiosos puntos en el campeonato. Para Marko, esta acción no solo fue injusta, sino también un intento deliberado de frenar el dominio de Verstappen, quien ha sido una fuerza imparable en las últimas temporadas. “Es una locura lo que están haciendo”, afirmó Marko en una entrevista posterior a la carrera. “Quieren cortarle las alas a Max, pero no lo van a lograr. Él es demasiado bueno para eso”.
La crítica de Marko no se detuvo en la sanción específica. El asesor de Red Bull fue más allá, sugiriendo que la FIA podría estar aplicando un doble rasero en sus juicios, especialmente cuando se trata de Verstappen. “Hemos visto a otros pilotos hacer cosas similares y salir impunes”, señaló, sin mencionar nombres pero dejando claro que percibe un trato desigual. “Max es un competidor feroz, y parece que eso molesta a algunos. En lugar de celebrar su talento, intentan limitarlo con decisiones absurdas”. Estas acusaciones han resonado entre los seguidores de Verstappen, quienes rápidamente tomaron las redes sociales como X para expresar su apoyo y su frustración con la FIA.

En el seno de Red Bull, la sensación de agravio no es nueva. Durante los últimos años, el equipo ha tenido varios encontronazos con la FIA, desde disputas por regulaciones técnicas hasta sanciones en carrera que han generado controversia. Sin embargo, la situación actual parece haber alcanzado un punto crítico. Marko, conocido por su papel clave en el desarrollo de Verstappen desde sus días en Toro Rosso, no dudó en defender a su estrella. “Max es el mejor piloto del mundo en este momento, y lo ha demostrado una y otra vez. Estas sanciones no cambian eso, pero sí afectan la integridad del deporte”, afirmó, poniendo en duda la imparcialidad de las autoridades.
La respuesta de la FIA hasta ahora ha sido limitada. Un portavoz del organismo se limitó a decir que “todas las decisiones se toman siguiendo el reglamento y con el objetivo de garantizar la seguridad y la equidad en la competición”. Sin embargo, esta explicación no ha calmado las aguas. Para muchos en el paddock, las palabras de Marko reflejan una frustración más amplia con la inconsistencia en las decisiones de los comisarios, un tema que ha sido objeto de debate durante años. “La FIA tiene que ser clara y coherente”, añadió Marko. “Si no, esto se convierte en un circo, no en un deporte”.
Por su parte, Max Verstappen ha mantenido un perfil más bajo en medio de la tormenta. El neerlandés, fiel a su estilo, prefirió no alimentar la polémica directamente. “Yo corro para ganar, no para pelearme con los comisarios”, dijo tras ser preguntado por las declaraciones de Marko. “Helmut dice lo que piensa, y yo lo respeto, pero mi trabajo es estar en la pista y dar lo mejor”. A pesar de su mesura, es evidente que el apoyo de Marko significa mucho para él, especialmente en un momento en que Red Bull enfrenta desafíos tanto dentro como fuera del circuito.
El impacto de esta situación podría extenderse más allá de la carrera en cuestión. Con el campeonato en una fase decisiva, cualquier punto perdido por sanciones podría ser crucial para Verstappen y Red Bull en su lucha por el título. Además, las tensiones con la FIA podrían complicar las relaciones del equipo con los reguladores en el futuro, especialmente en un deporte donde las negociaciones sobre reglas y penalizaciones son constantes. “No vamos a quedarnos callados”, advirtió Marko, sugiriendo que Red Bull podría tomar medidas adicionales si la situación no mejora.
Entre los fanáticos, las opiniones están divididas. Algunos aplauden a Marko por alzar la voz y defender a Verstappen, viéndolo como un acto de lealtad hacia su piloto estrella. “Helmut tiene razón, la FIA está obsesionada con controlar a Max”, escribió un usuario en X. Otros, sin embargo, consideran que las quejas de Red Bull son exageradas y que Verstappen, como cualquier otro piloto, debe aceptar las reglas del juego. “Si Max sigue siendo el mejor, estas sanciones no lo detendrán”, opinó un comentarista neutral.
Mientras la temporada avanza, el enfrentamiento entre Marko, Verstappen y la FIA promete mantener la atención de todos. Para Red Bull, este es un momento para cerrar filas y demostrar que ni las sanciones ni las críticas pueden frenar a su campeón. Para la FIA, es una oportunidad de revisar su enfoque y asegurarse de que las decisiones sean vistas como justas por todos los involucrados. Lo que está claro es que, con Marko en el centro del escenario y Verstappen en la pista, esta historia está lejos de terminar. La “locura” que Marko denuncia podría ser solo el comienzo de un capítulo aún más intenso en la saga de la Fórmula 1.