Hace apenas cinco minutos, una noticia impactante ha sacudido el mundo del entretenimiento y los medios de comunicación: la reconocida cantante de música country Carrie Underwood ha presentado una demanda contra las presentadoras del popular programa de televisión ‘The View’, exigiendo no solo una compensación económica, sino también el cierre permanente del show. Según fuentes cercanas a la artista, Underwood acusa al programa de difundir mentiras y desinformar a sus espectadores de manera sistemática, una declaración que ha generado revuelo tanto entre sus seguidores como entre los críticos de la televisión estadounidense. Este giro inesperado promete convertirse en uno de los escándalos más comentados del año.

Todo comenzó hace unas semanas, cuando Underwood, conocida por éxitos como “Before He Cheats” y su reciente participación como jueza en ‘American Idol’, fue objeto de comentarios polémicos durante un segmento de ‘The View’. Las presentadoras, entre ellas Joy Behar y Whoopi Goldberg, discutieron la decisión de la cantante de presentarse en la toma de posesión del presidente Donald Trump el pasado 20 de enero de 2025. Aunque Underwood había explicado públicamente que su actuación era un gesto de unidad nacional y no un respaldo político, las anfitrionas del programa cuestionaron sus motivos, sugiriendo que su participación podría interpretarse como un apoyo implícito a las políticas de Trump. Behar, en particular, habría insinuado que Underwood había traicionado a parte de su base de fans al aceptar la invitación, comentarios que rápidamente se volvieron virales.
La reacción de Underwood no se hizo esperar. Según informes, la cantante se sintió profundamente ofendida por lo que describió como una tergiversación deliberada de sus intenciones. En una declaración inicial, afirmó que su actuación en la ceremonia fue un honor y una oportunidad para unir al país en un momento de división, no un movimiento político. Sin embargo, las críticas continuas en ‘The View’ y la amplificación de esas opiniones en redes sociales parecen haber sido la gota que colmó el vaso. Fuentes allegadas a la artista revelaron que Underwood llevaba días evaluando sus opciones legales, consultando con un equipo de abogados especializados en difamación y daños a la reputación. La demanda, presentada hoy ante un tribunal en California, alega que las presentadoras de ‘The View’ no solo difamaron a Underwood, sino que también mintieron descaradamente sobre los hechos para inflamar la controversia y atraer audiencia.

El texto de la demanda, según filtraciones preliminares, es contundente. Underwood sostiene que ‘The View’ ha construido su éxito sobre una base de sensacionalismo y afirmaciones infundadas, acusando a las presentadoras de distorsionar la verdad para ajustarla a sus narrativas personales. “Este es un programa que miente a sus espectadores”, habría dicho la cantante en una reunión privada con su equipo legal, palabras que ahora forman parte del núcleo de su argumento judicial. La demanda no solo busca una indemnización multimillonaria –se especula que podría rondar los 50 millones de dólares–, sino que también incluye una solicitud sin precedentes: el cierre definitivo del programa, argumentando que su influencia negativa en la opinión pública justifica una medida tan drástica.
La noticia ha desatado una tormenta de reacciones. En las redes sociales, los fans de Underwood han aplaudido su valentía, destacando que la cantante ha soportado críticas injustas durante demasiado tiempo. “Carrie es una artista, no una política, y ‘The View’ la atacó sin pruebas”, escribió un seguidor en X, mientras que otro añadió: “Es hora de que alguien ponga fin a ese circo de mentiras”. Sin embargo, también hay quienes defienden a las presentadoras, argumentando que ‘The View’ es un espacio de opinión y que las críticas a Underwood forman parte de su libertad de expresión. Joy Behar, conocida por su estilo directo, aún no ha respondido oficialmente, pero se espera que el programa aborde el tema en su próxima emisión, lo que podría avivar aún más la polémica.
El trasfondo de este enfrentamiento tiene raíces más profundas. Underwood, quien ha mantenido un perfil relativamente apolítico a lo largo de su carrera, se vio envuelta en una controversia inesperada tras su actuación en la inauguración de Trump. A pesar de que su interpretación de “America the Beautiful” fue elogiada por su entrega –incluso después de un fallo técnico que la obligó a cantar a capela–, la decisión de participar en el evento dividió a su audiencia. Algunos la acusaron de alinearse con un presidente polarizante, mientras que otros, como Kelly Stafford, esposa del jugador de la NFL Matthew Stafford, la defendieron, destacando que Underwood no debería ser juzgada por sus elecciones artísticas. Este incidente parece haber sido el catalizador que llevó a la cantante a tomar medidas legales contra quienes, en su opinión, han explotado esa narrativa para dañarla.
Desde un punto de vista legal, el caso plantea interrogantes fascinantes. En Estados Unidos, las demandas por difamación son notoriamente difíciles de ganar, especialmente contra programas de televisión que operan bajo el amparo de la Primera Enmienda. Underwood tendría que demostrar que las afirmaciones de las presentadoras fueron no solo falsas, sino también hechas con “malicia real”, es decir, con conocimiento de su falsedad o con un desprecio temerario por la verdad. Expertos legales ya han comenzado a analizar el caso, señalando que la solicitud de cerrar ‘The View’ es poco realista, pero podría servir como una táctica para presionar a la cadena ABC, productora del programa, a llegar a un acuerdo extrajudicial.
Mientras tanto, la industria del entretenimiento observa con atención. Si Underwood logra avanzar con su demanda, podría sentar un precedente para que otras celebridades tomen acciones legales contra programas de opinión que crucen la línea entre crítica legítima y difamación. Por otro lado, un fallo a favor de ‘The View’ reforzaría la protección de los medios bajo la libertad de prensa, incluso en casos de controversia pública. Sea cual sea el resultado, este enfrentamiento promete meses de titulares, audiencias judiciales y debates acalorados.
Por ahora, el mundo espera la respuesta oficial de las presentadoras de ‘The View’ y los próximos pasos de Underwood. Lo que comenzó como un comentario en un programa matutino ha escalado a una batalla legal que podría redefinir los límites entre la fama, la crítica y la responsabilidad mediática. Con una carrera construida sobre su talento y una imagen de integridad, Carrie Underwood ha decidido no quedarse callada frente a lo que considera una injusticia. Y mientras el reloj sigue corriendo desde ese anuncio hace cinco minutos, una cosa es segura: esta historia está lejos de terminar.