El 28 de febrero de 2025, el mundo entero quedó conmocionado por una revelación explosiva que salió directamente de la cuenta de Twitter/X de Elon Musk, el magnate tecnológico y CEO de Tesla y SpaceX. En un hilo de publicaciones que rápidamente se volvieron virales, Musk afirmó poseer pruebas contundentes de que Whoopi Goldberg y Oprah Winfrey, dos de las figuras más influyentes de Hollywood, habrían utilizado su poder financiero, conexiones y prestigio para manipular categorías clave en la entrega de los Premios Oscar 2025, celebrada apenas unas semanas antes. La noticia, que ha desatado un torbellino de controversia, indignación y especulación, ha puesto en jaque la credibilidad de una de las ceremonias más prestigiosas del cine mundial.
Musk, conocido por sus declaraciones audaces y su estilo directo, compartió capturas de pantalla, documentos filtrados y correos electrónicos que, según él, prueban una red de influencias dentro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. En sus publicaciones, el empresario detalló cómo Goldberg y Winfrey habrían empleado millones de dólares en campañas discretas, reuniones secretas con miembros de la Academia y acuerdos con productores y directores para asegurar nominaciones y victorias en categorías como Mejor Película, Mejor Actriz y Mejor Guion Original. «Esto no es solo un escándalo, es una traición a la integridad del arte cinematográfico», escribió Musk, acompañado de hashtags como #Oscars2025 y #HollywoodCorruption, que rápidamente se convirtieron en tendencia mundial.

Las pruebas presentadas incluyen correos electrónicos supuestamente intercambiados entre representantes de Goldberg y Winfrey con ejecutivos de estudios cinematográficos, en los que se discuten estrategias para «influir en los votantes» y «garantizar resultados favorables». También se menciona el uso de fondos provenientes de empresas asociadas a ambas celebridades para financiar eventos privados y campañas de relaciones públicas dirigidas a miembros clave de la Academia. Aunque Musk no reveló la fuente exacta de estos documentos, afirmó que fueron obtenidos de manera legal y que planea entregarlos a las autoridades para una investigación formal.

La reacción inmediata fue un caos. Las redes sociales se incendiaron con opiniones divididas: mientras algunos usuarios elogiaron a Musk por su valentía al exponer lo que consideran una «verdad incómoda» en Hollywood, otros lo acusaron de buscar atención y dañar la reputación de dos íconos culturales sin pruebas sólidas. Whoopi Goldberg, a través de un comunicado oficial, negó rotundamente las acusaciones, calificándolas de «falsas, difamatorias y motivadas por una agenda personal». Oprah Winfrey, por su parte, se limitó a publicar un breve mensaje en Instagram, prometiendo cooperar con cualquier investigación y pidiendo calma a sus seguidores.
La Academia de los Oscar, enfrentada a una crisis de credibilidad, anunció la formación de un comité especial para investigar las afirmaciones de Musk. En un comunicado, el presidente de la Academia, Tom Hanks, expresó su «profunda preocupación» por las acusaciones y aseguró que se tomarán medidas rápidas para garantizar la transparencia en el proceso de votación. Sin embargo, muchos críticos argumentan que la reputación de los Oscar podría tardar años en recuperarse, especialmente si se confirman las manipulaciones en categorías tan prestigiosas como las ganadoras de 2025, incluyendo la película «Ecliptic Dreams», que se llevó el premio a Mejor Película.
El escándalo también ha afectado a otros nominados y ganadores de los Oscar 2025, quienes ahora cuestionan la legitimidad de sus propios reconocimientos. Directores como Greta Gerwig y actores como Cillian Murphy han pedido una auditoría independiente para aclarar cualquier irregularidad. Mientras tanto, las acciones de las empresas asociadas a Goldberg y Winfrey, como la productora Harpo Productions, han caído en picada en la bolsa, lo que ha generado pérdidas millonarias.
Elon Musk, por su parte, no ha retrocedido en sus afirmaciones. En una entrevista con Joe Rogan, transmitida el 1 de marzo de 2025, el magnate aseguró que sus investigaciones sobre Hollywood comenzaron hace meses, motivadas por «preocupaciones éticas» sobre la industria del entretenimiento. «No estoy aquí para destruir carreras, pero la verdad debe salir a la luz», afirmó, añadiendo que planea publicar más evidencia en los próximos días.
El impacto de esta revelación podría ser monumental, no solo para Goldberg y Winfrey, sino para toda la industria cinematográfica. Si las acusaciones se confirman, podría desencadenarse una reforma sin precedentes en los Premios Oscar, incluyendo un cambio en las reglas de votación y una mayor supervisión de las campañas de premios. Mientras el mundo espera respuestas, el nombre de Elon Musk sigue resonando como el epicentro de un escándalo que podría redefinir el futuro de Hollywood. ¿Será esta la caída de dos íconos o el comienzo de una purga en la meca del cine? Solo el tiempo lo dirá.